¿Quién decide?

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Uno de los privilegios de los que disfrutan las personas en situaciones de poder, más bien, una de las herramientas de las que disponen para perpetuarse en él, es arrogarse la capacidad de decidir sobre las definiciones, «grados de», «presencia de», diferentes conceptos. Así se apropian del discurso hegemónico. Seguro que se nos ocurren unas cuantas más.

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Esta es mi version de la traducción de este MEME

IMG_5809Gracias 🙂

La violencia masculina es el mayor problema del mundo

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Lori Day (*) escribió este  post, que traduzco a continuación, llamando la atención con su título-shock sobre la violencia masculina. Adelante, primero llean:

Supongo que soy una odia-hombres, por escribir un título así, usando mi teclado para disparar un tiro de advertencia de todo un género. No todos los hombres (#NotAllMen ) son violentos, y algunas mujeres si los son, y todxs sabemos eso, pero esta conversación sigue siendo el equivalente en Internet de enfundarse un chaleco suicida y detonarlo con el clic de un ratón.

Está la historia. Se registra y se recuerda y se cuenta y se repite. Hay estudios y hay ojos, que revelan la misma información. Los medios de comunicación están plagados de historias de guerra y genocidio y violaciones y la brutalidad policial y tiroteos e ISIS y la violencia doméstica. Todos estos artículos están repletos de enlaces directos con datos que actúan de apoyo a lo que es patentemente obvio. Yo no voy a enlazar a ninguna noticia ni investigación académica, porque cualquier persona que realmente necesita «pruebas» tiene Google, y no voy a hacer los deberes a nadie.

La violencia masculina es el peor problema en el mundo, ya que es a la vez catastrófico y no discutible. Por alguna razón hay un montón de angustiosa preocupación discutiendo sobre la religión de la violencia o la raza de la violencia, como si esos fueran los predictores más destacados o que definen mejor la brutalidad que ocurre a una escala global desde los albores del tiempo. Que el denominador más común de toda la violencia – desde una paliza hasta el asesinato de millones – sea poco investigado, que apenas nada se haya escrito, y que sea agresivamente negado es repugnante.

Mírame, refugiándome bajo la cabecera de un blog feminista, para no ser descuartizada por comentaristas masculinos no moderados en el vasto océano digital, desangrándome rodeada por una hambrienta jauría machuna. Esa es mi prerrogativa, y puede que algún día abandone si me convierto en masoquista o simplemente decido que mi solitaria vocecita se necesita urgentemente … por ahí. Por ahora, me acurruco entre personas cuerdas y racionales. Hablo desde una carpa tan alta como las estrellas, alrededor de un fuego que brilla intensamente en los rostros de aquellas que se envuelven en esa manta que abriga contra de un mundo indiferente, una carpa que la agresión masculina tiraría abajo si se deja de vigilar por sólo un momento.

Esto no se resolverá en lo que me queda de vida o la vida de mi hija, o nunca, y sin un reconocimiento catártico entre nosotros mismos como especie. Hasta que no se pueda hablar y escribir abiertamente sobre «la violencia de patrón masculino», nada va a cambiar. Después de todo, si no podemos tener un diálogo directo y público acerca de quién está cometiendo la mayor parte de las atrocidades humanas, ¿cómo podemos esperar un mundo más amable y pacífico?

Una vez leí que cuando mencionamos «calvicie de patrón masculino,» nadie grita, «Pero no todos los hombres son calvos!» Por supuesto que no lo son. Pero la mayoría de las personas que pierden su cabello a medida que envejecen son hombres, a pesar de que algunas mujeres también. Sospecho que la mayoría de la investigación médica para la prevención o el tratamiento de la calvicie de patrón masculino no se está encontrando con campañas de troleo #NoTodosLosHombresSonCalvos o con las amenazas de muerte que suelen acompañar. Hay una cosa que se llama estadística, y por algún motivo hay hombres que pueden reconocer la prevalencia relativa de la calvicie en los hombres en comparación con las mujeres, y pueden apoyar la investigación para una solución médica que se basa en el estudio de la pérdida de pelo de los hombres. Y para muchos de ellos, la solución de la crisis de la calvicie de patrón masculino es mucho más importante que la solución del problema de la violencia de patrón masculino. Hacen alarde de su ensimismamiento sin un atisbo de su propia vergüenza.

Conozco a un montón de hombres que se preocupan profundamente por la violencia de los hombres contra las mujeres y en contra de otros hombres, y estoy muy agradecido por ellos. Pero demasiados hombres consideran esto una «cuestión de la mujer», y oh cielos, ¿qué demonios significa eso? ¿Piensan estos hombres que las mujeres podemos detener la violencia masculina por nuestra cuenta? En plana magnánimo, se podría decir que esta gente no tiene ni idea o se podría decir que son optimistas. De cualquier manera, también hay que decir que no viven en la realidad.

La violencia es el último refugio del incompetente. No lo olvides nunca, y ni se te ocurra subestimarlo. Está arruinando el mundo. Pero no puedo terminar sobre nota, así que terminaré así:
La perseverancia prevalece sobre la violencia; y muchas cosas que no se pueden superar cuando están juntas, ceden cuando se les enfrenta poco a poco. ~ Plutarco
Así que poco a poco es cómo lo enfrentaremos.

Ahora recomiendo la lectura de Coral Herrera Los hombres y la violencia de género, y cito:

El 90% de los hombres son asesinados por hombres, el 95% de las mujeres, también. De cada 3 mujeres en el mundo, 1 sufre o ha sufrido violencia por parte de un hombre. Los feminicidios son consencuencia de la cultura patriarcal en la que vivimos, aquí unas claves para entender cómo educamos a los hombres en la cultura del machismo y la violencia, cómo podemos hacer para desaprender lo aprendido, y cómo adquirir herramientas para construir un mundo más pacífico e igualitario. 

CONTENIDO EXTRA

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Radical simplemente significa agarrar las cosas por la raíz. -Angela Davis

Tal vez algún día  los hombres se conviertan en protagonistas de su propia transformación, de transformar los roles de masculinidad hegemónica que están en la raíz de la violencia.

La voz de la autoridad masculina.

El sociólogo Michael Kimmel rememoraba la ocasión en que, impartiendo un curso universitario de estudios de género al alimón con una colega, el día que le tocó a él dar la clase, un alumno suspiró, «Finalmente! Una voz imparcial.» A su colega sencilamente no le tomaban en serio porque le iba algo en el asunto (otro día hablamos de androcentrismo).

Estos días de verano negro de violencia de género, escuchamos cada vez más voces masculinas, a pesar de que demasiados hombres siguen viendo la violencia de género como algo ajeno, que no va con ellos, como explica aquí Paco Abril, coordinador de la Asociación de Hombres por la Igualdad de Género de Cataluña (Ahige). Pues no es casualidad, como explica Miguel Lorente Acosta,

 «Estar en el camino que termina en la violencia es estar contra la identidad masculina y contra la cultura que la moldea con el barro de la desigualdad.»

Josetxu Riviere propone desde Gizonduz

«… sería necesario evitar que aparezca con mucha fuerza en el discurso un solo modelo de masculinidad alternativa: heteros, públicamente sensibles, al cuidado de criaturas, alejados del modelo externo más “viril”… Sería un mal asunto en estos tiempos de debate sobre los géneros, sexos e identidades establecer un nuevo modelo rígido. No creo necesario que para poner en cuestión la masculinidad tengamos que escribir nuevas reglas, nuevos modelos. Tengo mis serias dudas de que sea necesario ningún modelo que se apellide masculino o femenino. Tampoco tengo claro cómo hacemos para construir nuestra manera de estar en mundo lo más libremente posible sin establecer algunos modelos positivos de referencia. Podríamos partir de remarcar la importancia de la diversidad para que todas y todos nos sintamos reconocidos y legitimados. Habrá que seguir pensando – «
Puedes seguir leyendo aquí.
Os dejo con una par de «voces masculina autorizadas»:
Jackson Katz: «La Violencia contra mujeres es un asunto de hombres»

Y de nuevo Miguel Lorente Acosta, que por ser aliado, también es «traidor»

(*) Lori Day es psicóloga educacional, consultora y coach de parentalidad, en Lori Day Consulting in Newburyport, Massachussetts. Es autora de  Her Next Chapter: How Mother-Daughter Book Clubs Can Help Girls Navigate Malicious Media, Risky Relationships, Girl Gossip, and So Much More y habla sobre cómo criar niñas confiadas en una cultura de marketing y medios que les desempodera. Puedes conectar con Lori en Facebook, Twitter, o Pinterest.

#Feminismoficcion– 10 consejos para evitar la violación

En su infinita sabiduría y contradicción, el patriarcado consigue establecer que tanto la violación como la prevención de la violación sean herramientas de control de los cuerpos y la sexualidad de las mujeres.

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Este post de Marcha 7# Contra las Violencia Machistas me ha recordado este otro de hace ya algunos años y que tal vez ya conozcais..

!ES UN CLÁSICO DE #FEMINISMOFICCIÓN!

Diez consejos para prevenir la violación:18256152

1. No ponga drogas en las bebidas de las mujeres.

2. Cuando vea a una mujer caminando sola, déjele en paz,  no la viole.

3. Si se detiene para ayudar a una mujer cuyo coche se ha averiado, recuerde no violarla.

4. Si está en un ascensor y una mujer entra, no la viole. (Especial ex-alcalde de Valladolid León de la Riva)

5. Cuando se encuentre con una mujer que está dormida, el plan de acción más seguro es no violarla.

6. Nunca entren en la casa de una mujer a través de una puerta abierta o una ventana, o salte de pronto de entre los coches aparcados, o la viole.

7. Recuerde, no es sexo si ella está dormida o inconsciente — es violación.

8. Vaya acompañado! Si no le resulta difícil reprimirse de violar a las mujeres, pídale a un amigo de confianza que lo acompañe en todo momento.

9. Lleve un silbato anti-violación. Si se encuentra que está a punto de violar a alguien, de la alarma hasta que alguien venga a detenerle.

10. No olvide: La honestidad es la mejor política. Cuando le pida a una mujer si quiere salir con usted, no le haga creer que está interesado en ella como persona; dígale directamente que espera violarla. Si no comunica sus intenciones, la mujer lo puede tomar como una señal de que usted no va a violarla.

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Hace poco lo recuperó La cómica Sarah Silverman y claro, por lo cual fue rapidamente «disciplinada» por las legiones de #Notodosloshombres.

Mi favorita es la del silbato. Me recuerda que a estas alturas del verano del años pasado,  el Ministerio de Interior de España decidió publicar su propio decálogo.

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Gracias

StampFemFic

#FeminismoFicción Y Papá?? Roles sexistas en publicidad

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Con razón @LorenaEscandell pregunta «¿y Papá??» y continua:

«La #publicidad refuerza el rol de madre, olvida la corresponsabilidad, invisibiliza a los cuidadores

Era necesaria una intervención de #FeminismoFicción. No he podido con el idioma castellano, así que lo de dejado así, por visibilizar y tal….

Mucho se ha escrito sobre publicidad y su influencia en la cultura de la desigualdad.

En DoceMiradas tienes varios artículos de interés.

Arantxa Sainz de Murieta nos  explica:

Los anunciantes utilizan la figura femenina como una de las mejores fórmulas de persuasión para fomentar el consumo desde un doble rol:

– Como sujeto. Los mensajes publicitarios se dirigen fundamentalmente a la mujer como agente de mayor peso en las decisiones de compra de la unidad familiar. No en vano, alrededor del 80% del total de las compras se realiza por mujeres, tanto para el consumo personal como para el hogar, para hijas/os y, en demasiadas ocasiones, para el marido/pareja. […]

¿Cuáles son los estereotipos que se consideran más interesantes para la venta? […]
La mujer ama de casa. Utilizada en marcas de productos de limpieza y cuidados, es también madre, trabajadora, sabia y paciente. Se margina y se ubica a la mujer en el espacio exclusivo de la cocina o el cuarto de baño, atenta a cualquier fallo de la estructura doméstica o preocupada por el estado de la familia.
Aquí tienes un decálogo, recogido del Instituto Andaluz de la Mujer, para poder identificar sexismo en la publicidad.
Este anuncio ha sido corregido porque cumple el primero de los preceptos:
1-Promover modelos que consoliden pautas tradicionalmente fijadas para cada uno de los géneros.
!cómo no!
Todo está relacionado con ese instinto maternal que embarga a las mujeres. Lydia Zárate escribe El «instinto materno» es el mejor invento del patriarcado:
En cuanto al discurso que se dirigió exclusivamente a las mujeres, fue construido con el objetivo de crearles la obligación de ser, ante todo, madres, engendrando un mito que, más de doscientos años después, sigue vivo: el mito del instinto materno, detrás del cual la figura del padre ingresó gradualmente en la sombra.
Gracias.

#FeminismoFicción -¿Qué pasa con las mujeres que maltratan a los hombres?

De nuevo una correción de urgencia!

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Hoy @MarieClaire_es , en medio de la que está cayendo de asesinatos machistas, se le ha ocurrido poner el siguiente tweet:

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El castigo en forma de reacciones de estupor ha sido virulento y han borrado el tweet, cuestión recogida por un medio chileno (sin encontrar aún medio español que lo mencione).

Así que como la violencia no parece tener género y parece tan lógico y natural reivindicar en estos momentos la violencia que sufren los hombres cuando están asesinando a mujeres (MODO IRONÍA MAX), vamos a a releer un post del 31 de marzo pasado titulado convenientemente MUJERES QUE MALTRATAN A LOS HOMBRES de @generoenaccion:

Aquí una muestra:

Lo que caracteriza a la violencia machista es que se ejerce como consecuencia de un desequilibrio de poder entre las mujeres y los hombres. Esos hombres creen que estamos en la obligación de obedecerles, y cuando no lo hacemos, nos castigan por ello. El objetivo no es hacer daño, sino conseguir que las cosas se queden como están.
Las mujeres podemos ejercer (y ejercemos) violencia. Cuando las mujeres matan ¿por qué lo hacen? La mayoría de los homicidios cometidos por mujeres tienen una naturaleza sociológica, según la experta alemana en género y delincuencia Gudrun Stenglein**. cuando lo hacemos no es porque seamos las poderosas, sino para conseguir serlo, o directamente para infligir el daño. El sistema no lo favorece, no lo promueve, no nos sitúa en situación de poder. De hecho, según todos los estudios, el 90% de las veces que una mujer ataca a un hombre lo hace para defenderse o para salir de una situación previa de violencia machista.
Por favor, lean el post entero, si de verdad, de verdad quieren saber. Y guárdenlo para enviar repetidas veces cuando sea necesario hacer pedagogía otra vez (y otra, y otra…)
Y luego vayan a Madrid el 7de Noviembre, a la Marcha Contra las Violencias Machistas
Gracias

#FeminismoFicción –Titulares

@literatosa ha llamado la atención esta mañana sobre la diferencia de trato periodístico según el género. Sobre esto se han escrito mares; los protocolos generalmente olvidados. Los estereotipos de género y el sexismo sale a relucir.tweet

Como ejercicio de #FeminismoFicción, experimentamos invirtiendo los términos. Impresiona la comparación. Tragedias; pesadillas.

StampFemFic

También se pueden comparar las redacciones. Sin analizar el detalle, basta con contar las veces que aparece la palabra «presunto» e «investigación para esclarecer los hechos» en el caso del agresor, o el retrato «no-femenino» que hacen de la mujer («han venido patrullas de la Guardia Civil de todos sitios y han detenido a la mujer que «estaba haciendo mucha fuerza» porque «es corpulenta, muy grande y entre los dos guardia civiles no podían»»)

  • Según Sonia Herrera.- «Hay una tendencia enorme a la simplificación del problema de la violencia machista. Además, por más códigos y recomendaciones que se han escrito, muchos periodistas continúan invirtiendo la carga de la culpa del agresor a la víctima a la que, en cierta forma, se responsabiliza de su propio abuso por no haber denunciado, por vivir con el agresor…, y se siguen utilizando eufemismos que despersonalizan a éste como “La violencia machista se cobra una nueva víctima en X” o “Muere una mujer en no sé dónde por violencia de género”. ¿En serio? ¿La mujer muere como si fuera en un accidente de coche o por enfermedad? El lenguaje es determinante.»

Entrevista a la jueza del «caso Sara Calleja» (lo que me hubiese gustado leer)

Antes de quitarse la vida el 11 de julio pasado, tras un calvario de violencia de género y violencia institucional, Sara Calleja dirigió una carta-grito a la jueza que llevaba su caso.

Antes de seguir leyendo, por favor lee la carta. ¿Duro verdad? Durísimo.

A continuación les invito a leer lo que me hubiese gustado, no, lo que tendría que haber dicho la magistrada Sonia González Pérez, en un reciente entrevista en el periódico El Mundo en la que «explica qué pasó».

Pregunta: ¿Cómo se siente anímicamente?

Respuesta: Me siento desolada. Está claro que hemos fallado. Si ella escribe que su vida estaba en mis manos, de entrada yo la creo. De hecho, dos de cada 10 víctimas de violencia de género a intentado suicidarse. Es un fenómeno que conocemos y sobre el que deberíamos estar mucho más vigilantes. Ya está bien que se traiga a colación el estereotipo de «mujer manipuladora» a cada momento, incluso para una trágico suicidio. No podemos ser tan egoístas.

Vamos a analizar a fondo el caso de Sara y hacer autocrítica en todo lo necesario. Ya hemos convocado una mesa multidisciplinar de todos los estamentos involucrados, tanto profesionales como sociales y políticos, para abordar inmediatamente en qué hemos fallado en este caso concreto y qué cambios debemos realizar en todos los demás casos desde ya. A diez años de la ley de violencia de género, es necesario un pacto de estado, porque algo está fallando, cuando llevamos más de 700 mujeres asesinadas.

Está claro que aunque trabajamos mucho, cuando ves que no da los resultados, hay que redoblar los esfuerzos. No podemos poner excusas ni permitir tales pesadillas. Por ejemplo, cuando ponemos todos los medios pero la mujer vuelve con su pareja, debemos extremar la vigilancia, continuar a su disposición y comprender las fuertísimas dinámicas que operan en las diferentes fases de la violencia de género. Este fenómeno es conocido y está ampliamente estudiado como parte de la violencia patriarcal. Responde a la fase de «luna de miel» del ciclo de violencia. Cuando conoces al acusado, comprendes aún más que hay que extremar esta vigilancia.

P. ¿Por qué?

R. Es fácil de explicar. No es un personaje peculiar. Ejemplifica el modelo clásico de hombre maltratador que llevamos décadas estudiando. El hecho de que se dedicara a «darle» a Sara en Facebook está tipificado como acoso. Las violencias hay que nombrarlas por lo que son. Si no, corremos el riesgo de minimizarlas o incluso legitimarlas. El hecho de que también nos acosara a mí, a la fiscal …. esto me solidariza aun más con Sara. En concreto se trata de ciberacoso, y está estudiado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. A la madre le dejaba cosas en el portal: bombones, flores… pero sabemos que esto forma parte del modus operandi de los ciclos de violencia de género, la luna de miel, que he mencionado.

P. ¿Cómo vivió usted todo el proceso de Sara?

Si hay algo que me chocó de la carta de Sara fue que estuviera tan desesperada que se quitara la vida, aunque como digo, se conoce el alto peligro de intento de suicidio y esto es algo que la ayuda psicológica que recibió debía haber tenido en cuenta. Me dolió no haber hecho más. Ella dijo que yo era fría y no había sentido empatía. Lo siento muchísimo. Es una lección que me tengo que aplicar, porque no es suficiente con tomar la declaración personalmente. Más allá de mano izquierda y tacto, es importante que todas las personas que estemos en contacto con las víctimas tengamos una sólida formación en violencia de género y por descontado, la empatía es nuestra asignatura pendiente. Repetimos una y otra vez que para salir de la violencia de género las mujeres tienen que denunciar, pero ¿qué ocurre cuando denuncian? Eso es lo que nos tenemos que preguntar.

En el caso de Sara, a pesar de las medidas que tomamos (órdenes de protección, atención psicológica, asesoramiento en ayudas), cada vez que iba al juzgado la veíamos más demacrada. No fuimos capaces de reconocer que la ayudas y medidas no estaban funcionando.

Creo que Sara empezó a sentir que yo no sentía empatía cuando nos dijo que este señor la había denunciado al INEM y nos pidió que quitáramos la denuncia, que ella no tenía para comer. Esto es muy alarmante pero no supimos verlo. El declive empezó cuando en el INEM admitieron la denuncia y encima a ella le pusieron una multa.

P. ¿Y qué le parece a usted eso?

R. Mi opinión es que este es un delito de violencia económica, definido en todos los estudios sobre la violencia de género. Tendríamos que haber coordinado con el INEM para investigar a fondo la denuncia porque está claro que formaba parte de la estrategia de maltrato y podría ser incluso una denuncia falsa. La coordinación interinstitucional es otra de las tareas pendientes para mejorar la lucha contra la violencia machista. No debemos escudarnos es las competencias que delimitan nuestro tarea para no trabajar en una coordinación transversal.

P. ¿Qué es lo que más le impresionó del caso de Sara?

R. Cuando lo vi a él. Es un personaje que, a pesar de todo lo que hacía, cuando llegaba al juzgado lloraba como un niño. Decía que la quería, que quería volver con ella. Tenía un perfil típico de ‘si no estoy contigo, no puedo estar con nadie más’. Un tío listo. Un tío de 1,90 que se te ponga a llorar después de lo que ha hecho…

Con sus lagrimas trataba de hacernos empatizar con él cuando tendríamos que haber empatizado con Sara. Es una conducta típica, más que conocida en los estudios de VG. Desde luego, cuando se trata de cualquier otro crimen, las lágrimas de un acusado no van a conmover a un tribunal y aquí tampoco debería.

Sin embargo, al final él ha sido el más listo porque, a pesar de cumplir el perfil de misógino maltratador a la perfección, aún así no fuimos capaces de defender a Sara. De hecho aún podemos ver en su perfil de Facebook sus opiniones misóginas.

P. ¿Y qué piensa del material con el que usted se encontró, las amenazas, las coacciones, el acoso?

R. Es típico de violencia de género. A veces eran insultos y a veces ‘te quiero’ y ‘perdóname’. No me llamó la atención porque es típico de la violencia de género. No había dudas.

P. Usted es la responsable de la primera orden de detención de Christian. ¿Cómo hicieron para detener a alguien que no vivía habitualmente en España?

R. Yo, aun sin oírle a él, dicté una medida cautelar, una orden de protección, porque había riesgo y peligro para Sara. Pero como no podíamos notificársela personalmente porque él no estaba aquí no tenía eficacia. Él es belga y lo normal es una comisión rogatoria para que se lo notifiquen. Pero como van muy lentas, yo hablé con el Servicio de Atención a la Familia (SAF) de la Policía Nacional, que estuvo muy pendiente del caso, y juntos tratamos de notificarle la orden de alejamiento a través de Interpol para que fueran a su casa. Incluso desde el juzgado y desde la Policía le llamábamos por teléfono, pero él decía que no era él, daba evasivas. Al final, por si no era efectivo, acordé una orden de detención para que en el momento que pusiera un pie en España todas las Fuerzas de Seguridad estuvieran sobre aviso y se le detuviera.

P. Y por fin ocurrió…

R. Sí. Él vino a León y se le detuvo. Se le notificó la orden de alejamiento por sus amenazas. Pero luego la quebrantó con coacciones y amenazas. El juzgado que estaba de guardia ordenó su detención y le impuso una prohibición de entrada en León y una pulsera telemática de control. Y se aumentó la distancia de alejamiento. Él vivía en Bélgica, pero de vez en cuando venía a León. Él no vivía en León, la que vivía en León era Sara. Aquel juzgado se inhibió a favor del mío, porque era el competente.

P. ¿Y qué pasó?

R. Que este señor volvió a quebrantar la orden por coacciones y amenazas, como siempre por Facebook, mails o mensajes. Como eran dos quebrantamientos y la medida más gravosa que la prohibición de entrada y la pulsera era la cárcel, lo envié a prisión como preventivo. Lo hice para proteger a la víctima, porque la pulsera no había funcionado. Él iba a León y además seguía molestándola a través de Facebook rompiendo la prohibición de comunicarse con ella. Luego, el juzgado de lo Penal le condenó a nueve meses de prisión.

P. Sara decía que incluso estando en la cárcel y después de quedar en libertad, Christian la seguía acosando con mensajes, llamadas y cartas. ¿Por qué no actuó usted de oficio ante ello?

R. Es que yo no tenía constancia de eso. Yo, a partir de diciembre de 2014, no tengo ni idea de los pasos de este señor, pero vamos a abrir una investigación porque sabemos que Sara puso denuncias El 18 de mayo y el 16 de junio, tres semanas antes del final, que fue a comisaría, que llevó pruebas pero no recibió respuesta. Esto es muy grave. No podemos echarnos la pelota de unos a otros. Él cumplió su condena, pero no cesó el maltrato. Bueno, ha cumplido su condena de ese procedimiento, pero hay más.

P. ¿Hay más? ¿Entonces Christian C. tiene alguna cuenta que saldar con la Justicia?

R. Le respondo: Él ha cumplido por un procedimiento, pero tiene cinco. Yo he enviado al Juzgado de lo Penal cinco procedimientos abreviados por amenazas, coacciones, quebrantamientos etc. He vuelto a estudiar todo el expediente y, como Juez, tengo toda la documentación a mano y disponible. Es algo que realmente me preocupa y que todo el mundo debería saber. Hay más procedimientos, y debemos estar al tanto de cómo están ya que tienen relación directa con el caso que yo sigo.

Creo recordar que el último que yo puse es de marzo de este año. Se dictó una orden de alejamiento, una orden de protección con pulsera y prohibición de entrada. Y después ingresó en la cárcel. Esto contradice lo que acabo de decir en la respuesta anterior, (que a partir de Diciembre de 2014 no tengo ni idea de los pasos de este Señor), así que es un ejemplo más de la atención que debemos poner en estos asuntos tan graves.

P. De acuerdo, él fue detenido, llevó una pulsera telemática e ingresó en prisión por un procedimiento. Pero si quedan más procedimientos por todo el proceso histórico de acoso a Sara y están abiertos en el juzgado de lo Penal, ¿Christian C. ha cumplido por todo lo que le hizo a Sara Calleja o no?

R. Si me pregunta si hay más procedimientos y por ellos puede ser condenado, la respuesta es sí. Puede ser condenado.

P. La familia de Sara y la Fiscalía están valorando la figura de la inducción al suicidio. ¿Cabe la posibilidad de la imputación de ese delito?

R. No me puedo pronunciar, pero desde luego se investigará.

P. ¿Y el de quebrantamiento de la prohibición de comunicarse y el de violencia psíquica habitual?

R. Tampoco puedo pronunciarme. Esos nueve meses de prisión llevaban implícitos una prohibición de acercarse y comunicarse. No sé hasta cuándo llegaba esa prohibición… pero se va a investigar para que este tipo de hechos no se produzcan.

P. Hasta 2019.

R. Pues entonces, si se ha comunicado con ella, hay un quebrantamiento de condena, no de medida cautelar. Efectivamente, y esto es muy grave y está tipificado en el código penal.

P. Por su experiencia en el juzgado de Violencia contra la Mujer, ¿diría que Christian es un maltratador de género?

R. Ha sido condenado por un delito de maltrato en el ámbito familiar, o sea, por un delito de violencia de género. Eso significa que es, desde luego, un maltratador de género. Como juez que le ha condenado conozco el caso a fondo y por ello me corresponde y puedo decirlo.

P. ¿Este caso se debe cerrar porque Sara haya muerto?

R. Esa decisión corresponde a la Fiscalía. Una de las funciones del Ministerio Público es investigar. La Fiscalía debe investigar. Yo desconozco qué ha pasado después de que este señor saliera de la cárcel, pero los delitos que haya podido cometer, por supuesto que se deben investigar, independientemente de que la víctima esté muerta. No debe quedar impune.

P. ¿Usted se siente satisfecha de lo que hizo?

R. No. Está claro que desde el momento que nos entró la primera denuncia, Sara no estuvo totalmente protegida. No tuvo suficiente apoyo de la Policía, de la psicóloga, de los forenses, del juzgado. Todos los medios que ofrece la ley se le aplicaron, pero no fueron suficientes.

Respuesta única a una entrevista cualquiera en un tiempo y lugar de fantasía donde Sara se hubiese sentido protegida:

Pregunta: ¿Usted se siente satisfecha con su trabajo?

Respuesta: En general, en violencia de género sientes que tu trabajo es muy agradecido, trabajas mucho y cuando ves los resultados, y ves que toda la sociedad, estamentos y organizaciones involucradas trabajan a una, que hay suficientes medios y se empieza desde la educación temprana y los medios de comunicación a cambiar los valores injustos de la desigualdad patriarcal, te sientes que vamos vencer esta ignominia — pues es uno de los mejores aspectos de mi trabajo.

!Despierta!

Estas son las respuestas reales de la jueza a la carta de Sara Calleja. Por favor no dejes de leerlas, y compara.

*Agradezco a los periodistas de El Mundo RAFAEL J. ÁLVAREZ y ANA CABANILLAS sus preguntas certeras.

** Aquí pueden ver la respuesta de @AngryJuez , con mi comentario también al final.